11 diciembre, 2010

El trabajo para salir de la violencia de género


Las entidades tienen un papel fundamental para ayudar a las mujeres a salir de ese círculo que las impide llevar una vida normal. Su integración en la vida laboral es el primer paso para devolverlas todo lo que un día tuvieron y perdieron por culpa de una persona.



Cuando una mujer se encuentra envuelta en una situación de maltrato, el trabajo se acaba convirtiendo en el modo más eficaz por el que pueden llegar a romper con todo y salir del círculo de la violencia de género. A través de su integración laboral logran organizar sus vidas, sentirse autosuficientes y autónomas, y sobre todo, vuelven a verse capaces de afrontar nuevos retos y proyectos personales. El trabajo les permite romper con el pasado, fomentar las relaciones personales, y les proporciona autoestima y seguridad en sí mismas.

La violencia de género no entiende de edades, nivel de estudios ni nada parecido, cualquier mujer puede ser víctima de ello, y estudios muy recientes demuestran que 1 de cada 3 mujeres alguna vez ha sufrido esto, algo lamentable, pero cierto.

En un estudio hecho por la Fundación Integra, se observa que todas las mujeres entrevistadas coinciden en haber sido sometidas a violencia psicológica. Además, el 86% afirma haber sufrido violencia física, el 50% violencia sexual y un 43% ha sido víctima de violencia económica. Estas cifras vienen a comprobar la opinión de los expertos, quienes señalan que la violencia se da en escalas de agresividad que van de un mínimo a un máximo, donde la mujer es finalmente víctima de todos los tipos de violencia sumisa a esa persona que incluso creen que les quiere. Tienen, por tanto, una enorme dificultad para romper el círculo de la violencia, que, en su mayoría, se extiende durante muchos años de su vida.


La duración de esta violencia varía. Así, la mayoría de las mujeres aseguran haberla padecido un tiempo prolongado de sus vidas. El 37% afirma haberla sufrido entre 21 y 35 años; en el 28% de los casos, la violencia tuvo lugar entre 11 y 20 años; otro 28% soportó situación de violencia entre 1 y 10 años y sólo el 7% de las mujeres manifiestan haber sido maltratadas menos de un año.

Por lo que, en este sentido es importante la intervención de las entidades que realizan intermediación laboral con este colectivo, ya que permiten que estas mujeres accedan a trabajos normalizados y logren su permanencia en ellos favoreciendo su inclusión social., estas mujeres, sobre todo, necesitan sentirse acompañadas.

Un 80% de las mujeres entrevistadas han logrado salir de esta situación, mientras que el otro 20% no lo ha logrado debido a la violencia psicológica que sigue ejerciendo su ex – cónyuge a través de los hijos. Aquellas que han logrado integrarse en la sociedad laboralmente afirman sentirse más felices, más plenas y libres. El estudio apunta que las capacidades que han desarrollado estas mujeres al enfrentarse a su realidad y salvar gran número de obstáculos para romper el círculo de la violencia que han sufrido, se han convertido en fortalezas al insertarse en el mercado laboral.

Todavía hay mujeres que no denuncian estas situaciones, y por ello, desde este humilde espacio animamos a todas ellas que nos lean, si hay alguna, que no lo dude, que hay muchos medios para salir de esto y mucha gente dispuesta a ayudar.

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