12 diciembre, 2010

La mujer informativa: Belleza Vs Profesionalidad



El fútbol ha hecho que el papel de la mujer en la televisión vuelva a estar cuestionado. Hace 20 años, las pocas apariciones de periodistas femeninas en los telediarios se solían asemejar con “presentadoras florero”, pero poco a poco, las mujeres han demostrado su profesionalidad delante de las cámaras.

El pasado mes de junio, con la primera derrota de la Selección española en el Mundial de Fútbol de Sudrafrica, las acusaciones a Sara Carbonero sobre la falta de concentración de Iker Casillas en el juego aparecieron a patadas. Que en el partido contra Suiza el balón sólo llegara a la portería del capitán del equipo español en contadas ocasiones, pero que fueran suficientes para que los suizos consiguieran un gol, y con él la victoria, dieron rienda suelta a las críticas hacia la guapa presentadora.

La profesionalidad de la subdirectora de deportes de Telecinco y presentadora de esta misma sección en la primera edición del telediario de la cadena, quedó en entredicho por motivos personales. Pero ¿hasta qué punto influyó Carbonero en el resultado del partido? ¿Debería entonces señalar a ella como responsable de la victoria de los partidos siguientes de la selección en esta competición?

El esfuerzo por demostrar que la mujer no solo necesita ser una cara bonita para llevar la información a los hogares lo han demostrado las diferentes profesionales que han pasado y pasan por la televisión. Ana Blanco, desde 1990 trabaja en los telediarios de Televisión Española. Comenzó de copresentadora con Francine Gálvez, para acabar, en la actualidad, en solitario llevando la información de lunes a viernes a gran parte de los hogares españoles. Y todo ello, sin ni siquiera haber estudiado periodismo sino pedagogía, y tras llevar diez años de experiencia en radio.

Susanna Griso es otra figura femenina vinculada a la información televisiva. Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, dio sus primeros pasos en Catalunya Radio en el espacio de Entrevistas Tres Senyores y un Senyor, para en septiembre de 1998 comenzar a presentar Telediario 1 de Antena 3 junto a Matías Prats. Su buen trabajo se hizo notar pronto, cuando en 2003 comenzó a presentar este espacio en solitario. Más tarde, Roberto Arce estaría sentado a su lado. Actualmente, conjuga información con entretenimiento amenizando las mañanas en Espejo Público.

Echando la vista atrás, no podemos pasar de alto una gran figura como fue la de Pilar Miró, cuyo paso por la dirección de Radio Televisión Española de 1986 a 1989 dio mucho que hablar.
Cada vez son más los espacios informativos presentados por mujeres. María Casado, con tan solo 32 años, puede presumir de un gran palmares televisivo. Tras su paso por 59 segundos, ahora trae la información del fin de semana.

Y podemos hacer una lista interminable: Pepa Bueno, Cristina Villanueva, Lourdes Maldonado, Carme Chaparro, Elena Resano, Pilar Galán, Mara Torres, María Escario, Rosa María Mateo, Mamen Mendizábal, Ángeles Blanco, Mónica Carrillo, Cristina Saavedra, Marta Reyero, Mónica Sanz, Susana Roza, Ángeles Mirón, Letizia Ortiz… y podríamos seguir, sobre todo desde la segunda década de los 90 hasta la actualidad, donde se ha visto un gran boom en la presencia de mujeres en los telediarios.

Pero en muchas ocasiones, al igual que ocurre con Sara Carbonero, la profesionalidad de estas periodistas acaba cuestionándose por su belleza, algo que, en el caso de los presentadores no suele ocurrir. ¿Acaso Matías Prats Lorenzo Mila, Pedro Piqueras o Iñaki Gabilondo forman parte de alguna lista de “los más sexys de la televisión”? ¿Alguien llego a pensar que Raúl dejo de marcar goles porque Manu Carreño retransmitiera los partidos? En esta ocasión está claro, no mantenían una relación sentimental.

Y es que comentarios como los que realizó por el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja sobre la ubicación de Carbonero en la retransmisión de los partidos de la selección, dañan la imagen de cualquier mujer profesional de la información. González Urbaneja aseguro que es “una vergüenza que esté al lado de la portería española”, a lo que añade que la profesional “como periodista debería saber que no debe implicar sus emociones en las historias que construye”. Telecinco pronto respondió a las acusaciones, asegurando que es la propia FIFA quien decide la ubicación de los periodistas y no las cadenas de televisión.

Pero la polémica no solo quedo en España. Diarios ingleses como The Times no dudaron en entrar al juego, achacando la autoría de la derrota española a la novia de Iker Casillas. El titular “Spain´s defeat? Blame the Girlfriend” aparecía en portada de la edición digital del periódico. ¿Tan importante puede llegar a ser las relaciones sentimentales de los deportistas o de los periodistas, o entre ellos? Criticamos aquellos programas que traspasan las barreras del periodismo e incluso de la prensa rosa porque dedican su atención a la vida privada de otras personas, pero achacamos la culpa de una derrota a la presencia de la novia del portero en el campo, en vez de admitir el clásico juego de España que Suiza se conocía al dedillo y la gran defensa realizada por el equipo contrario. Sí señor, los propios periodistas, echamos piedras sobre nuestro tejado.


Pero Sara Carbonero no es cualquier periodista. Además de ser la novia del capitán de la selección, ha sido elegida en varias ocasiones como la presentadora más sexy de la televisión, a pesar de su corta carrera profesional, por lo que no deja indiferente a nadie. Algo que, de alguna forma, hace que todos, en algún momento, nos hayamos replanteado cómo es posible que con tan solo 25 años sea presentadora de deportes en un telediario y subdirectora de la sección, cuando muchos a esa edad, ni han terminado la carrera. ¿Y por qué no? Si esa chica vale, ¿por qué esperar más tiempo? ¿Acaso si no tuviera los ojos verdes y su cara fuera diferente, no ocuparía el mismo lugar? Pues posiblemente no, no nos engañemos.

De nuevo, una cara bonita cuestiona la profesionalidad de una periodista. Y de nuevo, cabe preguntarse por qué en el caso de los hombres no ocurre lo mismo. Estamos en el siglo XXI, con un antiguo ministerio de Igualdad que busca la integración plena de la mujer en la sociedad, que no haya diferencias entre hombres y mujeres, y resulta que la televisión, el medio con más influencia en el espectador, sigue buscando caras bonitas entre sus presentadoras (ya no solo de información, de cualquier programa), mientras que esta cualidad no tiene por qué ser tan estricta en el caso de los hombres.

De momento, toca seguir luchando, con dos posibles direcciones: podemos hacer que los presentadores de informativos dejen a un lado el traje chaqueta para mostrarnos la moda del la próxima temporada y los colores que se llevaran, como ocurre con las presentadoras, o podemos poner todos un poco de nuestra parte, y buscar la profesionalidad en las caras femeninas que traigan la información, no mirar su color de ojos o la forma de su nariz, sino que lo importante sea el contenido, no la forma.

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